Nuova Chat Room con accesso anche ai non iscritti!!::::::: Nuova Chat puedes entrar tambien no estas registrado!! --NELLA SEZIONE BENVENUTO--
Nuova Discussione
Rispondi
 
Pagina precedente | 1 | Pagina successiva

¿Por qué los cubanos no pueden invertir en su economía?

Ultimo Aggiornamento: 05/12/2013 15:12
Autore
Stampa | Notifica email    
OFFLINE
Post: 1.118
Sesso: Maschile
05/12/2013 15:12
 
Email
 
Scheda Utente
 
Modifica
 
Cancella
 
Quota

La política de atracción de inversiones extranjeras para el puerto del Mariel está mostrando uno de los aspectos más oscuros y a la vez erróneos de la política económica de "actualización del socialismo" emprendida por Raúl Castro: el principio de exclusión que se aplica a los ciudadanos cubanos de la Isla y del exilio a la hora participar en cualquier proyecto de inversión conducente a la consolidación de derechos de propiedad privada en la Isla.

Por el contrario, el régimen abre las puertas de par en par a los inversores de Brasil, China, Vietnam, España y Alemania, promoviendo una gira mundial para convencer a financieros extranjeros en relación a las oportunidades de inversión en la Zona Especial de Desarrollo del Mariel.

De lo anterior cabe extraer dos conclusiones. Primero, que el embargo o "bloqueo" es inexistente para el conjunto de la economía mundial; y segundo, el grave riesgo que supone en los mercados mundiales alguien que debe al Club de París 35.143 millones de dólares —según el último Informe anual de este organismo— y se niega a devolverlos. Es cierto que cada uno hace lo que quiere con su dinero, pero en estas condiciones, cualquier inversión extranjera en la economía castrista suena más a una aventura romántica que a un ajustado cálculo comparativo de costes y beneficios esperados. Si no, tiempo al tiempo.

Dejando de lado estas cuestiones, lo que más me interesa destacar en este artículo es el grave quebranto que supone para una economía marginar de cualquier proceso inversor a sus nacionales. La inversión, también conocida como formación bruta de capital fijo, es una de las variables más relevantes de la demanda interna de una economía, junto al consumo, al gasto público y el saldo neto del comercio exterior.

Con la política de exclusión practicada por las autoridades castristas a los cubanos, de dentro y de fuera, se está limitando uno de los componentes más relevantes de la economía, que en algunos países llega a suponer prácticamente el 20% del gasto nacional. Esto significa que los cubanos no pueden ejercer con libertad sus derechos de propiedad sobre un conjunto amplio de bienes y servicios, por ejemplo, invertir en negocios en el Mariel.

Desde el punto de vista relativo, marginar a la población del proceso inversor significa que el capital no humano de los cubanos —fundamental para determinar el nivel de renta permanente, que a su vez condiciona el consumo y ahorro a medio plazo— no existe. Los cubanos no están autorizados a comprar y vender libremente activos en el mercado, no pueden obtener con ellos ganancias de forma legítima, y lo que es peor, no se les autoriza a reinvertir beneficios y alcanzar escalas superiores de gestión productiva.

Dejar fuera de este proceso inversor, absolutamente necesario en una economía, a los nacionales de un país, es un error de planteamiento, que ni tiene que ver con el socialismo, ni con la actualización del modelo, ni con criterios de racionalidad y eficiencia. Más aún cuando se permite a los extranjeros participar libremente en esos activos, si bien es cierto que con la participación molesta del Estado castrista en la mayor parte de los negocios.

Mientras que este tipo de prácticas acomplejadas y pseudoestalinistas no se borren de la realidad económica y social imperante en la Isla, el potencial de crecimiento de la economía se verá cercenado. Ya he señalado en ocasiones anteriores que la economía castrista, al hacer recaer todo el aparato inversor en el Estado, presenta uno de los porcentajes más bajos de inversión en relación al PIB de América Latina, e incluso del mundo. Eso no es sostenible, ni ofrece garantías a la economía de crecer sobre bases sólidas.

Las reformas que se están introduciendo en la Isla deberían dejar los lastres ideológicos de ineficiencia detrás, y empezar a pensar en la nueva economía cubana que se tendrá que construir desde la base, tras la desaparición del régimen. La política de parches no sirve cuando el modelo se tiene que sustituir porque ya no da más de sí. Los antiguos países comunistas que han orientado sus economías hacia los derechos de propiedad, la libertad económica y el mercado como instrumento de asignación de recursos, confirman que la receta es altamente recomendable. Ahora que el régimen quiere inversión extranjera para la Zona Especial de Desarrollo del Mariel, sería conveniente que se pensara en la capacidad de los cubanos para capitalizar recursos, invertir en activos y construir sus patrimonios de riqueza, en condiciones de respeto para los derechos de propiedad.

Una última reflexión. Con la obsesión por la inversión extranjera en las oportunidades económicas que se abren en la Isla, y el principio de exclusión a los cubanos, el régimen no se da cuenta de que muchos inversores recelan de ese apartheid al que se ven sometidos los cubanos. Precisamente, como ha confirmado la experiencia de otros países que han tenido éxito en la exposición de sus economías a la inversión internacional, una política de atracción de capital extranjero debe ir acompañada de una capacidad creciente de inversión por los nacionales, de modo que el proceso inversor puede ganar en sostenibilidad y conseguir con mayor eficiencia la transferencia de tecnología y de know-how que se deriva del mismo. Esa mutua relación en el proceso inversor no se da en Cuba, y al parecer, en las reformas del régimen no está prevista, salvo para las empresas estatales controladas políticamente. Mal asunto.


www.diariodecuba.com/cuba/1386247641_6215.html


OFFLINE
Post: 1.118
Sesso: Maschile
05/12/2013 15:12
 
Email
 
Scheda Utente
 
Modifica
 
Cancella
 
Quota

Tradotto da google
cubanito74, 05/12/2013 15:12:

La política de atracción de inversiones extranjeras para el puerto del Mariel está mostrando uno de los aspectos más oscuros y a la vez erróneos de la política económica de "actualización del socialismo" emprendida por Raúl Castro: el principio de exclusión que se aplica a los ciudadanos cubanos de la Isla y del exilio a la hora participar en cualquier proyecto de inversión conducente a la consolidación de derechos de propiedad privada en la Isla.

Por el contrario, el régimen abre las puertas de par en par a los inversores de Brasil, China, Vietnam, España y Alemania, promoviendo una gira mundial para convencer a financieros extranjeros en relación a las oportunidades de inversión en la Zona Especial de Desarrollo del Mariel.

De lo anterior cabe extraer dos conclusiones. Primero, que el embargo o "bloqueo" es inexistente para el conjunto de la economía mundial; y segundo, el grave riesgo que supone en los mercados mundiales alguien que debe al Club de París 35.143 millones de dólares —según el último Informe anual de este organismo— y se niega a devolverlos. Es cierto que cada uno hace lo que quiere con su dinero, pero en estas condiciones, cualquier inversión extranjera en la economía castrista suena más a una aventura romántica que a un ajustado cálculo comparativo de costes y beneficios esperados. Si no, tiempo al tiempo.

Dejando de lado estas cuestiones, lo que más me interesa destacar en este artículo es el grave quebranto que supone para una economía marginar de cualquier proceso inversor a sus nacionales. La inversión, también conocida como formación bruta de capital fijo, es una de las variables más relevantes de la demanda interna de una economía, junto al consumo, al gasto público y el saldo neto del comercio exterior.

Con la política de exclusión practicada por las autoridades castristas a los cubanos, de dentro y de fuera, se está limitando uno de los componentes más relevantes de la economía, que en algunos países llega a suponer prácticamente el 20% del gasto nacional. Esto significa que los cubanos no pueden ejercer con libertad sus derechos de propiedad sobre un conjunto amplio de bienes y servicios, por ejemplo, invertir en negocios en el Mariel.

Desde el punto de vista relativo, marginar a la población del proceso inversor significa que el capital no humano de los cubanos —fundamental para determinar el nivel de renta permanente, que a su vez condiciona el consumo y ahorro a medio plazo— no existe. Los cubanos no están autorizados a comprar y vender libremente activos en el mercado, no pueden obtener con ellos ganancias de forma legítima, y lo que es peor, no se les autoriza a reinvertir beneficios y alcanzar escalas superiores de gestión productiva.

Dejar fuera de este proceso inversor, absolutamente necesario en una economía, a los nacionales de un país, es un error de planteamiento, que ni tiene que ver con el socialismo, ni con la actualización del modelo, ni con criterios de racionalidad y eficiencia. Más aún cuando se permite a los extranjeros participar libremente en esos activos, si bien es cierto que con la participación molesta del Estado castrista en la mayor parte de los negocios.

Mientras que este tipo de prácticas acomplejadas y pseudoestalinistas no se borren de la realidad económica y social imperante en la Isla, el potencial de crecimiento de la economía se verá cercenado. Ya he señalado en ocasiones anteriores que la economía castrista, al hacer recaer todo el aparato inversor en el Estado, presenta uno de los porcentajes más bajos de inversión en relación al PIB de América Latina, e incluso del mundo. Eso no es sostenible, ni ofrece garantías a la economía de crecer sobre bases sólidas.

Las reformas que se están introduciendo en la Isla deberían dejar los lastres ideológicos de ineficiencia detrás, y empezar a pensar en la nueva economía cubana que se tendrá que construir desde la base, tras la desaparición del régimen. La política de parches no sirve cuando el modelo se tiene que sustituir porque ya no da más de sí. Los antiguos países comunistas que han orientado sus economías hacia los derechos de propiedad, la libertad económica y el mercado como instrumento de asignación de recursos, confirman que la receta es altamente recomendable. Ahora que el régimen quiere inversión extranjera para la Zona Especial de Desarrollo del Mariel, sería conveniente que se pensara en la capacidad de los cubanos para capitalizar recursos, invertir en activos y construir sus patrimonios de riqueza, en condiciones de respeto para los derechos de propiedad.

Una última reflexión. Con la obsesión por la inversión extranjera en las oportunidades económicas que se abren en la Isla, y el principio de exclusión a los cubanos, el régimen no se da cuenta de que muchos inversores recelan de ese apartheid al que se ven sometidos los cubanos. Precisamente, como ha confirmado la experiencia de otros países que han tenido éxito en la exposición de sus economías a la inversión internacional, una política de atracción de capital extranjero debe ir acompañada de una capacidad creciente de inversión por los nacionales, de modo que el proceso inversor puede ganar en sostenibilidad y conseguir con mayor eficiencia la transferencia de tecnología y de know-how que se deriva del mismo. Esa mutua relación en el proceso inversor no se da en Cuba, y al parecer, en las reformas del régimen no está prevista, salvo para las empresas estatales controladas políticamente. Mal asunto.


www.diariodecuba.com/cuba/1386247641_6215.html




La politica di attrarre investimenti stranieri al porto di Mariel sta mostrando uno degli aspetti più oscuri e nel momento sbagliato nella politica economica di " rinnovamento del socialismo ", realizzato da Raul Castro : il principio di esclusione che si applica a cittadini cubani isola e l'esilio quando partecipano a un progetto di investimento che porta al consolidamento dei diritti di proprietà privata sull'isola

Per contro, il regime apre la porta larga per investitori provenienti da Brasile, Cina, Vietnam , Spagna e Germania , la promozione di un tour mondiale per convincere finanziaria estera relativa alle opportunità di investimento nella zona di sviluppo speciale Mariel .

Da quanto sopra due conclusioni possono essere tratte . In primo luogo , il privilegio o "blocco " è inesistente per l'intera economia mondiale , e in secondo luogo , i gravi rischi coinvolti nei mercati globali a causa di qualcuno Club di Parigi 35.143.000 dollari , secondo l'ultimo rapporto annuale di questo corpo e si rifiuta di restituirli. E 'vero che ognuno fa quello che vuole con i suoi soldi , ma in queste condizioni , qualsiasi investimento straniero nell'economia Castro suona più come un insieme romantica avventura di un calcolo comparativo dei costi e dei benefici attesi . Se non , di volta in volta .

Al di là di questi problemi , quello che mi preme sottolineare in questo articolo è la grave perdita che implica per qualsiasi processo di investimento marginalizzare la loro economia nazionale. Investimenti , noto anche come investimenti fissi lordi è una delle variabili più importanti della domanda interna in un'economia con consumi , spesa pubblica e il saldo netto del commercio estero .

Con la politica di esclusione praticata dalle autorità cubane di Castro , sia all'interno che all'esterno , sono limitando uno dei componenti più importanti dell'economia , che in alcuni paesi assumono raggiunge quasi il 20 % della spesa nazionale . Questo significa che i cubani non possono liberamente esercitare i loro diritti di proprietà su una vasta gamma di beni e servizi , per esempio , investire in imprese Mariel .

Dal punto di vista della popolazione relativa marginalizzare il processo di investimento significa che non il capitale umano per determinare il livello di reddito permanente , che a sua volta incide sul consumo e risparmio cubani medio termine - non - critici. I cubani non sono autorizzati ad acquistare liberamente e vendere attività sul mercato, non può farli legittimamente profitto , e quel che è peggio , non hanno diritto di reinvestire i profitti e raggiungere scale più elevate di gestione della produzione .

Tenere fuori del processo di investimento , assolutamente necessaria in un'economia , un cittadino di un paese, è un errore di progettazione che non ha a che fare con il socialismo o con il modello aggiornato , né criteri di razionalità ed efficienza. Soprattutto quando gli stranieri sono autorizzati a partecipare liberamente a tali attività , anche se hanno partecipato alla Castro infastidisce Stato nella maggior parte delle imprese .

Anche se questo tipo di pratiche auto- cosciente e pseudoestalinistas Cancellazione della situazione economica e sociale dell'isola , il potenziale di crescita dell'economia sia danneggiato . Ho notato in precedenza che l'economia Castro , per spostare tutte le unità inverter nella condizione, ha una delle percentuali più basse di investimenti in rapporto al PIL in America Latina e anche il mondo . Questo non è sostenibile , né garantisce l'economia a crescere su basi solide .

Le riforme che sono state introdotte nell'isola dovrebbero smettere di zavorra inefficienza ideologica alle spalle e iniziare a pensare alla nuova economia cubana dovrà costruire da terra , dopo la fine del regime . Politica Patch non funziona quando il modello deve essere sostituito perché non dà più di se stesso . Gli ex paesi comunisti che hanno orientato le loro economie verso i diritti di proprietà , la libertà economica e il mercato come strumento per l'allocazione delle risorse , confermano che la ricetta è altamente raccomandato . Ora che il regime vuole investimenti esteri alla Zona Speciale di Sviluppo Mariel sarebbe conveniente pensare alla capacità dei cubani di capitalizzare le risorse , investire in attività e costruire il loro patrimonio di ricchezza in condizioni di rispetto dei diritti di proprietà .

Un ultimo pensiero . Ossessione per gli investimenti stranieri in opportunità economiche disponibili sull'isola , e il principio di esclusione cubani , il regime si rende conto che molti investitori diffidare di apartheid che sono sottoposti ai cubani . Infatti , come confermato dall'esperienza di altri paesi che sono riusciti a esporre le loro economie agli investimenti internazionali , una politica di attrarre capitali esteri deve essere accompagnata da una maggiore capacità di investimenti nazionali , in modo che il processo di investitore può vincere e raggiungere la sostenibilità in modo più efficiente trasferimento di tecnologia e know -how che deriva da essa . Questo rapporto reciproco nel processo di investimento è assente a Cuba , e apparentemente le riforme del regime non è previsto tranne che per le aziende di Stato controllate politicamente . Bad business.



Amministra Discussione: | Chiudi | Sposta | Cancella | Modifica | Notifica email Pagina precedente | 1 | Pagina successiva
Nuova Discussione
Rispondi

Feed | Forum | Bacheca | Album | Utenti | Cerca | Login | Registrati | Amministra
Crea forum gratis, gestisci la tua comunità! Iscriviti a FreeForumZone
FreeForumZone [v.6.1] - Leggendo la pagina si accettano regolamento e privacy
Tutti gli orari sono GMT+01:00. Adesso sono le 12:55. Versione: Stampabile | Mobile
Copyright © 2000-2024 FFZ srl - www.freeforumzone.com