“Hemos hecho el máximo esfuerzo para lograr la exportación, incluso para alcanzar los espacios aéreos. Las frutas tienen una vida limitada y por tanto no puede haber dilaciones en la transportación y con los cierres de la COVID ha sido complejo”
“Mis metas siempre fueron trabajar para la venta al exterior y así adquirir insumos y equipamiento para mejorar la producción de la finca. Estamos claros que Cuba no puede suministrar estos implementos necesarios para cada campesino y es por ello que cada cual debe hacer lo posible por ser más autosuficientes en este sentido”, alertó.
Consciente del déficit de limón y otros cítricos en el país, revela que para nada es un contrasentido exportarlo al exterior. “Si queremos mejorar las cosechas aquí, hay que buscar divisa para reaprovisionarnos. La lima es un producto escaso en Cuba y difícil de lograr y eso es un reto para mí. Lo fácil lo consigue cualquiera, lo difícil solo quienes se lo proponen”.
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