cubana residente en Canadá narra que sus vacaciones en Varadero terminaron en una odisea
Lo que, en principio, parecía un viaje de placer, terminó convirtiéndose en odisea para una cubana residente en Canadá y su familia.
El jueves 9 de junio, Leslie Plajdicko Hernández, junto a sus dos hijas y su esposo, se encaramó en un avión de la aerolínea Air Transat, rumbo a Varadero.
La familia rentó un auto en la segunda semana de estadía
Todo parecía color de rosas, hasta que llegó el día de partir. El tur se ponchó en un lugar conocido como Boca de Camarioca y lo dejaron al borde del camino.
Lo usual en estos casos, pensaron Leslie y su esposo (de nacionalidad rusa), es que venga una grúa y remolque el automóvil. Pero no, y aquí vino el primer problema.
“La persona que estaba en el rent a car no quiso aceptar los documentos del auto y la llave”, relata Leslie a Cubanos por el Mundo.
“Nos dijo que teníamos que regresar a Boca de Camarioca, recoger el carro, cogerle el ponche y llevarlo al aeropuerto, pues ellos no tenían forma de traerlo”, acotó.
De regreso, sería el vuelo TS-815 de Air Transat. La familia optó por hacer el check in y dejó a sus dos hijas menores de edad en la sala de espera. Las niñas se acomodaron en el piso de aquella terminal aérea.
Montaron las maletas en el avión que regresaría a Montreal alrededor de las 8:45pm. Y aquí vino el segundo problema:
“Rent a car nos notificó que estábamos ´acusados´ de que el carro no lo quisimos traer para el aeropuerto y Air Transat se prestó para hacerles caso. Nos bajó las maletas, nos dejó sin vuelo y nos sacaron a la fuerza del aeropuerto”, agrega Leslie.
Luego los llevaron a la localidad de Santa Marta, cercana a Varadero.
Entonces la familia no le quedó más remedio que comprar un nuevo ticket de avión y quedarse en casa de unas amistades hasta poder salir de aquel infierno.
“Ahora yo tengo que comprar un nuevo billete para Montreal para regresar, pero no es culpa nuestra porque hicimos el check in, estábamos en hora, y si el aeropuerto permitió hacerle caso a Rent a Car no es mi culpa”
Una cubana che vive in Canada racconta come la sua vacanza a Varadero si è trasformata in un'odissea
Giovedì 9 giugno, Leslie Plajdicko Hernández, insieme alle due figlie e al marito, si è imbarcata su un volo Air Transat per Varadero.
La famiglia ha noleggiato un'auto
Tutto sembrava roseo, fino al giorno della partenza. L'auto si è rotta in una località nota come Boca de Camarioca ed è stata lasciata sul ciglio della strada.
In questi casi, Leslie e suo marito (di nazionalità russa) pensavano che la cosa normale fosse che un carro attrezzi venisse a portare via l'auto. Ma no, e qui nasce il primo problema.
"La persona che si trovava all'autonoleggio non ha voluto accettare i documenti dell'auto e la chiave", ha raccontato Leslie
"Ci ha detto che dovevamo tornare a Boca de Camarioca, prendere l'auto, riparare il pneumatico bucato e riportarla all'aeroporto, perché loro non avevano modo di andare a riprenderla"
La famiglia ha optato per fare il check-in e ha lasciato le due figlie piccole nella sala d'attesa. Le ragazze si sono sdraiate sul pavimento del terminal.
Hanno caricato i loro bagagli sull'aereo che sarebbe tornato a Montreal intorno alle 20.45. E qui nasce il secondo problema:
"Rent a car ci ha comunicato che eravamo "accusati" di non voler riportare l'auto in aeroporto e Air Transat ha scaricato i nostri bagagli, ci hanno lasciato senza volo e ci hanno portato fuori dall'aeroporto con la forza", aggiunge Leslie.
Dopodiche ci hanno trasportato a di Santa Marta, vicino a Varadero.
La famiglia non ha avuto altra scelta che comprare un nuovo biglietto aereo e stare da amici finché non sono riusciti a ripartire