Turismo, calentar motores
Por La Habana entra el 47 por ciento de los turistas internacionales que visitan Cuba. En 2013, creció la estancia promedio en la ciudad. Si el año pasado solo permanecían aquí dos días, ahora pasean por nuestras calles de tres a 14. Este hecho, unido a un aumento de sus gastos, –motivado por mayor número de opciones para conocer la capital–, condujeron a un incremento en los ingresos y las utilidades en relación con 2012, aun cuando existe un déficit en los turistas físicos y los ingresos planificados en pesos convertibles, explicó Xonia Beltrán, delegada del Ministerio del Turismo en La Habana.
Sin embargo, dijo, se han trazado estrategias dirigidas al rediseño del producto turístico y a mejorar la calidad de los servicios: fueron constituidos grupos de trabajo con profesionales del sector y diseñado un plan de acciones que permita elevar la competitividad de las instalaciones.
Este año La Habana dispuso de cerca de 122 millones de pesos para inversiones. El 60 por ciento fue destinado a mejoras de las habitaciones, sistemas tecnológicos, fachadas, sustitución de pisos y mobiliarios en los hoteles. La capital cuenta con un total de 11 mil 942 habitaciones, de las cuales se encuentran en operaciones unas ocho mil, mientras otras están o esperan inversiones.
Acciones en instalaciones como: el Acuario y El viejo y el mar (en la Marina Hemingway), Cohíba, Nacional, Villa Panamericana, Lincoln, Inglaterra, Colina, Riviera, Atlántico, Sevilla, Habana Libre, Saint John, Presidente y Chateau Miramar, permitirán enfrentar la temporada alta en mejores condiciones.
Está en proceso de terminación la primera etapa del Hotel Capri, que será operado por el grupo hotelero Gran Caribe y continúan la ejecución de las obras del Comodoro y Arenal. Para elevar la calidad de la atención, en el sector se realizó un diagnóstico y actualización de la categorización de los hoteles y los restaurantes del grupo Palmares. En cumplimiento de la implementación de los lineamientos, se materializó la contratación de las agencias de viajes, con arrendatarios privados y paladares, lo cual fortalece la oferta turística cubana, precisó Beltrán.
Compromiso, dedicación y entrega
Alguien me decía que los logros de Cuba en salud y educación, venían a ser algo así, como un lugar común, un argumento defensivo para tener a mano en cualquier momento. “Son, a no dudar, beneficios alcanzados –aseguraba– pero…, también son ganancias que llegaron casi con el Granma, estaban desde la Sierra misma, o los primeros años de la Revolución. ¿No resultan repetitivas?”, concluyó.
Y puede tener razón, aunque –también tengo un pero–…, solo en parte, porque, ¿de qué pudiera hablar ahora yo, si la cosa fuera tan sencilla? Se trabajó desde el comienzo con el fin de que, tanto la educación, como la salud llegaran a todos, y es verdad que en poco tiempo se alcanzaron cifras impensadas, pero, repito, ¿se quedó ahí? Es conocido que el sistema de salud cubano se caracteriza por la calidad y amplitud de su impacto, con servicios, en funciones de atención médica, asistencia a ancianos y minusválidos, control higiénico-epidemiológico, formación de profesionales y producción y distribución de medicamentos.
Al éxodo de unos 3 mil médicos –de los 6 mil con que contaba el país–, en los primeros tiempos, Cuba respondió con la inauguración del Instituto de Ciencias Básicas y Preclínicas Victoria de Girón, en La Habana en 1962. Sus ambiciosos programas sanitarios, obligaron a continuar creando y desarrollando un subsistema educacional propio para la preparación de los recursos humanos. En la actualidad, cuenta con 13 universidades de Ciencias Médicas, tres facultades independientes en Artemisa, Mayabeque y la Isla de la Juventud, con la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM), una amplia red de hospitales y policlínicos docentes, y un claustro integrado por alrededor de 37 mil 500 profesores que han formado más de 130 mil médicos entre los años 1961 y 2013.
Tiene, además, una sólida industria de investigación y elaboración de fármacos biotecnológicos, donde sus científicos han logrado registrar vacunas contra la hepatitis B y el hemophilus influenzae; una pentavalente que incluye a cinco antígenos, y una de estreptoquinasa recombinante, proteína que tiene una acción trombolítica y se usa contra el infarto del miocardio además, el HeberProt-P, y su uso en las úlceras del pie diabético, y otras reconocidas vacunas, entre 141 productos.
Exhibe la tasa de mortalidad infantil más baja de América Latina, fruto del compromiso, dedicación y entrega de los trabajadores, tanto de la atención primaria como secundaria de salud. Lo dicho, las constantes inversiones constructivas y en equipos –que vemos cada día–, no constituyen más que una breve muestra de lo hecho, y lo que se hace, todo el tiempo. Entonces, ¿no es justo y hasta obligatorio enarbolar a la salud como una bandera revolucionaria de triunfo?
En tiempos de cambios
La gastronomía de la capital trabaja con intensidad, en estos últimos días del año, para brindar múltiples opciones a las familias, elevar sus ingresos y acercarse al cumplimiento de su plan de circulación mercantil, mientras el comercio tiene un déficit de cerca de 400 millones, motivado por incumplimientos en la entrada de productos no alimenticios, fundamentalmente.
Aunque lo comercializado en los Mercados Artesanales Industriales (MAI) creció en unos 200 millones de pesos, el sector tuvo afectaciones en renglones de importación (útiles y herramientas, frazadas y ropa reciclada) y de producción nacional que requieren materias primas importadas (platos, jarras, grey cerámico y azulejos).
Según Yosnier Roche Carrillo, subdirector de productos no alimenticios de la Empresa Provincial de Comercio, en el caso de los materiales de construcción, la venta fue superior a la de 2012 en unos 40 millones. “Aumentaron los productos de mayor demanda: áridos, bloques, acero y cemento, mientras otros, pese a cumplirse el plan, son deficitarios: elementos de techo y piso, módulos hidrosanitarios, pintura (barniz y anticorrosivo) y tanques plásticos”, dijo.
Los productos de aseo personal tuvieron estabilidad, excepto en noviembre, cuando faltaron jabones en la red, que se ha extendido a todas las unidades de comercio de alimentos para facilitar el acceso de la población. No sucedió igual con el detergente líquido, con un comportamiento inestable a lo largo del año.
En la actualidad la red comercial está formada por 65 mercaditos Ideal, 137 MAI, 55 carnicerías especializadas y 44 pescaderías, además de mercados y bodegas.
El paso de instalaciones estatales a las modalidades de arrendamiento y cooperativas es una de las características de 2013 en la gastronomía en La Habana.
Con mil dos unidades, actualmente 63 están arrendadas, tres funcionan como cooperativas no agropecuarias y la cifra se ampliará a partir de 2014, indicó Ileana Eirea González, directora de la Empresa Provincial de Gastronomía.
Al decir de Evangelio López Vichot, de la Dirección Comercial de la Unión de Empresas del Comercio y la Gastronomía, las perspectivas de Comercio para 2014 es seguir creciendo en la actividad comercial tanto en productos alimenticios como no alimenticios.