Monseñor Carlos Manuel de Céspedes y García-Menocal, Vicario de La Habana y descendiente de una ilustre familia cubana, falleció esta mañana en La Habana a los 77 años.
De Céspedes falleció alrededor de las 11:30 a.m. en la Parroquia de San Agustín, donde había ejercido como sacerdote por los últimos 20 años, según confirmó una fuente de la Arquidiócesis de La Habana. La causa de la muerte parece haber sido un tromboembolismo.
Era tataranieto de Carlos Manuel de Céspedes (1819-1874), iniciador de las luchas por la independencia cubana y primer presidente de la república en armas en 1869, y nieto de otros dos presidentes de la etapa republicana: Mario García Menocal (1913-1921) y Carlos Manuel de Céspedes (1933).
Amor por Cuba
Un escueto comunicado de la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba (COCC) lamentó el fallecimiento del sacerdote “por tantas razones querido y respetado, de probado amor a la Iglesia y a Cuba”.
“Que el Buen Dios acoja en su Reino a quien ha sido su servidor bueno y fiel”, agregó la nota de los obispos cubanos.
Nacido en La Habana el 16 de julio de 1936, estudió la enseñanza primaria y secundaria en el Colegio Champagnat, de los Hermanos Maristas de la Víbora en La Habana, y posteriormente cursó estudios de Derecho en la Universidad de La Habana, carrera que dejó inconclusa.
Se incorporó al Seminario El Buen Pastor de La Habana para cumplir sus primeros estudios eclesiásticos en Humanidades y Filosofía. En 1959 viajó a Roma para concluir su formación en la Pontificia Universidad Gregoriana, donde obtuvo el grado de Licenciado en Teología en 1963.
Se ordenó como sacerdote en Roma el 23 de diciembre de 1961. Dos años después regresó a La Habana y ocupó responsabilidades como vicerrector del Seminario El Buen Pastor, hasta 1966, y como Rector del Seminario San Carlos y San Ambrosio (1966-1970).
Poeta y periodista
Entre julio de 1970 y 1991 fue director del Secretariado General de la COCC. De 1991 a 1995 fue Canciller del Arzobispado. En el momento de su fallecimiento se desempeñaba como Vicario General de La Habana y Vicario Episcopal de Marianao, y miembro del Consejo de Redacción de la revista Palabra Nueva.
Desde 1963 ejerció como profesor en el Seminario de La Habana, donde era reconocido por su liderazgo académico e intelectual. Deja una obra literaria integrada por poemas, relatos y ensayos, así como una vasta contribución al periodismo, que se remonta a su sección “Mundo Católico” (1964-1967) en el ya desaparecido diario El Mundo.
Entre sus libros figuran la novela Érase una vez en La Habana (1998); los ensayos Promoción humana, realidad cubana y perspectivas (1996) y Cuadernos varelianos (1999) ; Fiesta innombrable (poemas y ensayos, 1999); Pasión por Cuba y por la Iglesia, una biografía del Padre Félix Varela publicada en 1999; y los relatos testimoniales reunidos en Zarpazos a la memoria (2001).
Tuvo a su cargo la consultoría del Pontificio Consejo para la Cultura del Vaticano entre 1984 y 2009. En el 2008 el Gobierno de España le otorgó la Orden Isabel la Católica.
Figura polémica
Fue una figura partidaria del acercamiento y el diálogo entre el Gobierno cubano y la Iglesia Católica, postura que le trajo fuertes críticas por parte de sectores del exilio cubano.
En una conferencia en el Centro Cultural Padre Félix Varela de La Habana, el pasado noviembre, De Céspedes dijo que se inclinaba a defender las ideas de un socialismo democrático frente a la irrupción del neoliberalismo en una Cuba futura.
“Quienes me conocen bien, saben que el último camino, el del neoliberalismo, no es el que yo deseo para la Casa Cuba, sino más bien, el primero, el de un socialismo más participativo y democrático, al que parece nos desean conducir los actuales cambios en lento proceso de realización”, confesó Céspedes.
Este sábado, a las 8 a.m. habrá una misa de cuerpo presente en la Parroquia de San Agustín, presidida por el Cardenal Jaime Ortega y Alamino, seguida del sepelio, a las 9 a.m. en el Cementerio de Colón de La Habana.
*Publicado en Diario Las Américas